miércoles, 9 de mayo de 2012

Claudia Figueroa "Ética para amador"






Ensayo “Ética para Amador”





Introducción
            Las personas al momento de relacionarse con los demás tienen una forma de expresarse y de recibir ideas, todas estas interacciones con el medio tienen un código para realizarse, a esto llamamos ética. Para saber qué es la ética debemos estudiarla y analizarla de diversos puntos de vista, y ver su aplicación a la vida diaria. Por tanto, la ética es valorar la forma en que nos comportamos y cómo vemos a los demás. Como profesionales del área de la salud debemos tener consideraciones tales como que nuestro trabajo no se hace por caridad, éticamente debemos tratar de buscar la mayor cantidad de soluciones posibles para el bienestar de nuestro paciente y tratar de minimizar todos los riesgos a los que está expuesto. También es fundamental no hacer el mal ni dañar intencionalmente a la persona que estamos atendiendo. Por otro lado, no debemos olvidar que todas las personas que atendemos tienen las mismas oportunidades, por lo cual debemos ser imparciales en la distribución de riegos y beneficios. Estos últimos planteamientos corresponden a los principios bioéticos propuestos por Beauchamp y Childress (1999) y en ellos debemos basarnos para desempeñar una buena labor ética y profesional.
           
           










Capítulo I
DE QUÉ VA LA ÉTICA
Resumen:
            No es necesario tener todos los conocimientos de este mundo para poder vivir, más bien se debe asumir para lo que se es bueno y para lo que no lo somos. Sin embargo, se vuelve indispensable para vivir de mejor forma saber qué cosas nos convienen y cuáles no, o dicho de otro modo, es necesario saber qué es bueno y qué es malo. Que lo bueno parezca malo y lo malo parezca bueno depende de casa persona y se relaciona con la forma que tienen ellos para vivir, quizá a algunos les gusta llevar una pasantía tranquila por este mundo y quizá a otros les emocione vivir experiencias más extremas. Es por esto, que jamás estaremos de acuerdo con todas las personas que nos rodean, dado que lo que hagamos con nuestra vida es problema de cada individuo, pues tenemos la libertad de decidir  si quiero o no algo, y para responder a las dificultades o circunstancias del día a día. Sin embargo, que tengamos libertad para hacer cosas nos condiciona también a razonar en lo que realmente somos capaces de hacer, inventar y elegir. El vivir es un arte y se llama Ética.  
Comentario:
            Desde que el ser humano nace puede elegir lo que quiere y lo que no quiere hacer, por ejemplo un bebé es capaz de pedir a sus padres estar en los brazos o estar durmiendo en su cuna plácidamente con el llanto, y esta capacidad de optar por lo que se desea no cambia con el paso del tiempo, pues luego se eligen los juegos que queremos practicar y también si usar o no los valores que nuestros padres nos han entregado e inculcado, hasta que llega un punto de suma importancia en nuestra vida en el que nuestras decisiones pueden llegar a perjudicar a los demás, esto cobrará relevancia en la toma de decisiones profesionales desde que elegimos una carrera para estudiar. Es sabido por muchos que el ser libre nos da la posibilidad de optar por diversas opciones, no obstante a veces olvidamos para lo que tenemos aptitudes y para lo que no, pues nadie es bueno para todo en este mundo, ni tiene los gustos iguales a los demás, en algunos casos ni siquiera se parecen a los de sus


progenitores y nadie cuestiona que así sea, pero en  nuestra vida toma importancia el pensar en que lo que haremos es porque realmente lo deseamos para generar un beneficio y no porque no quedó otra opción, pues si bien podemos decidir y tenemos la libertad para que esto ocurra no siempre lo que concluimos es lo que queremos.  

Capítulo II
ÓRDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS
Resumen:
No se puede manejar qué nos sucederá, pero sí se puede hacer frente a lo que nos pasa en determinadas situaciones. Las circunstancias a veces nos imponen elegir entre opciones, y no siempre la decisión es la que uno quería. A veces, nuestros actos los hacemos casi automáticamente sin pensar en demasía, o sea forma instintiva como el levantarnos, bañarnos, caminar, etc. No obstante existen diversos motivos para tener determinados comportamientos, y éstos inclinan tus conductas en una dirección u otra, y poseen sus propias condiciones,  existen tres tipos, entre los que se encuentra las órdenes, costumbres que se refieren a los actos que se realizan sin pensar, sino porque ya es algo más bien habitual y los motivos caprichosos que son aquellos que simplemente se rigen por las ganas de hacer algo de una determinada manera. Las órdenes y las costumbres tienen en común que provienen del exterior, sin embargo los caprichosos son internos y salen a la luz espontáneamente. Cada uno de los motivos antes mencionados depende del contexto en que sea utilizado, pues en ciertas circunstancias dejarse llevar por caprichos, costumbres u órdenes no es lo más aconsejable, sino ser más racional, como en el caso del capitán que debía pensar si prefería salvar la carga frente a una tormenta o a la tripulación.  


Comentario:
En la vida se está constantemente tomando decisiones rápidas, éstas no sólo influyen en uno cuando se es terapeuta, sino también en él o los pacientes, debiendo ser la relación predominantemente empática, de modo que la terapia sea óptima.

Por otra parte, no es bueno apresurarse en tomar decisiones, sino que debemos ver el espectro de posibilidades y buscar alternativas, pues no todos los pacientes presentan avances durante las sesiones, quizá porque sus motivaciones no son las mismas. Además, en ocasiones es necesario que las familias  tengan la costumbre de realizar los ejercicios que se han determinado para el hogar, pues esto motivará de mejor manera al paciente. La pasantía por este mundo en general se rige por estos tres motivos y a veces olvidamos que somos seres de razonamiento, sin duda los que más ocupemos dependen también de nuestra personalidad, a veces de terquedad que no quiere admitir que existen otras opciones también, que dependen de cada situación, pues tal como las personas son distintas, las circunstancias también lo son y no se puede tener una “planilla de actuación” para cada movimiento de nuestra vida.
Capítulo III
HAZ LO QUE QUIERAS
Resumen:
Antes las cosas las hacíamos porque nos mandaban, por presión, miedo, aceptación etc. Como se mencionó la libertad es decidir y darse cuenta de lo que se está decidiendo, para esto hay que pensar al menos dos veces las cosas, primero decir ¿por qué hago esto? ¿Me lo mandan, costumbre o porque quiero? y luego preguntarse ¿por qué obedezco lo que me mandan? ¿Y si me mandan algo que no es conveniente para mí?  En cuanto a los motivos de costumbres, si la gente discrimina ¿debo hacerlo también?  Y referente a los caprichos es común hacer cosas de las que después uno se arrepiente. La acción no es

buena porque tiene un motivo, sino que siempre deben ser examinadas, pues debo elegir y buscar por mí mismo, dado que somos adultos,  no podemos  guiarnos por los que otros ya crearon. Etimológicamente moral se relaciona con las costumbres y la ética es el “por qué” consideramos válidas las comparaciones con otras morales que tienen diferentes personas. No existen reglas para ser un hombre bueno, pues alguien puede ser bueno en casa y malo en la calle o querer ser bueno y que le salga malo. Un escritor Francés habló sobre Gargantúa, quien en la puerta de la Abadía puso “Haz lo que quieras” Nadie se atenía a reglas, pero ¿podremos hacer realmente lo que queremos?

Comentario:
            La ética no puede juzgar si alguien es bueno o malo, porque eso depende del lugar donde esté, dado que culturalmente algunas personas pueden ser buenas en un lugar y malas en otras, por ende estos dos conceptos dependen de cada individuo, dado que no podemos decir que algo tiene tal o cual percepción según las demás personas y por eso yo también lo haré, como es el caso de la discriminación a homosexuales, gente de otro color de piel, religión, etc. Por estas razones debemos analizar dos veces lo que vamos a hacer, y las consecuencias que esto traerá, si realmente estoy haciendo lo que quiero o es porque los demás me lo imponen, ya sea porque ellos acostumbran hacerlo o porque me ordenan simplemente que realice tal o cual acción, en resumidas cuentas las motivaciones en ocasiones no bastan. Por tanto, siempre debemos sopesar las cosas, si son adecuadas para la mayoría de las personas o no, en contextos de salud, pues no vivimos en un mundo individualista donde podamos decidir nosotros aisladamente si algo es bueno o es malo, según nuestros conceptos, sino que ahí debemos tomar en cuenta al paciente y a su familia, y que él quiera hacerlo, pues en un ámbito social de esta categoría estamos decidiendo qué es bueno para los demás y qué no, no para nosotros.



Capítulo IV
DATE LA BUENA VIDA
Resumen:
No debemos preguntar qué queremos hacer con nuestra vida a los demás, sino que a nosotros mismos, ya que tenemos libertad y debemos hacer uso de ella, pues nadie puede evadirla, dado que rige nuestros caminos. Como seres libres elegimos porque queremos algo, por lo que dicen otros o por seguir a las masas, y a veces incluso lo hacemos por instinto, como en el caso de Esaú quien tenía hambre y a cambio de un plato de lentejas el hermano le pidió la primogenitura, a lo que accedió, pues pensó sólo en lo que deseaba en ese momento y no en lo que podría pasar, ni en los beneficios que tenía en ese tiempo la primogenitura, para evitar es importante establecer prioridades, imponiendo una escala de lo que realmente quiero y de lo que sólo me interesa en un determinado momento. En ocasiones las decisiones se ven marcadas por lo que siempre hemos sabido…que algún día moriremos, sin embargo no pensamos en que ahora debemos llevar una vida lo mejor posible, relacionándonos con los demás seres humanos, mediante el lenguaje que poseemos, y a la vez comunicándonos con ellos, ya que somos entes culturales, que necesitamos una retroalimentación, es decir, tratarme como humano y tratarlos como humanos, tener afecto y entregar afecto.
Comentario:
No se puede hacer lo que se quiere sin antes pensar en las consecuencias, pues los impulsos después hacen que nos arrepintamos, dado que los costos en ocasiones son muy altos. De modo que hacer lo que se quiere, no es tener arrebatos de realizar cosas, sino que darse el tiempo de realmente saber qué queremos a largo plazo y no en el momento, siendo lo más relevante relacionarse bien con los demás seres humanos, sin dejar de respetarlos. Darse una buena vida de riquezas y tener varios bienes pero ser solo y no compartir dichos beneficios con ninguna persona, convertirse ermitaño, dejar de tener lenguaje, por ende dejar de culturizarse ¿es realmente llevar una buena vida? En ocasiones es necesario perder

cosas para ganar otras, nuestra motivación no debe ser obtener ganancias materiales, sino como seres humanos, pues saber hacer algo tan sencillo como escuchar a otro te hace humanizarte. Por tanto, darse una buena vida es tener comunicación, respeto, aprecio por uno mismo y por lo demás seres humanos, esto se aprende razonando profundamente y dándose cuenta de lo que involucran realmente los conceptos de la vida.

Capítulo V
¡DESPIERTA BABY!
Resumen:
            La vida generalmente es compleja a diferencia de la muerte y lo que mayoritariamente tenemos claro es que deseamos llevar una buena vida, aunque no encontremos como se puede hacer eso, a veces las cosas que tenemos también nos tienen a nosotros, por ejemplo cuando el sabio dejó que su alumno escogiese las cosas que más le agradaban de la habitación como eran la copa de oro y marfil junto con la bolsa de dinero, sin que las soltara, y luego el discípulo no podía hacer algo tan sencillo como rascarse, pues tenía las manos ocupadas, en resumen lo que tenemos muy apegado a nosotros nos apega a ellas. Kane era una persona que se obsesionó por conseguir cosas y dinero, por lo que empezó a ver a la gente como una cosa, se propuso además poseer personas, manejarlas y dominarlas a su gusto. Como este hombre no llegó a interesarle más que el dinero a los demás también les interesaba de Kant sólo su dinero, este hombre no lograba concebir su propia felicidad. Es importante tratar a las cosas como cosas y a las personas como personas, y pensar en la condición fundamental de la ética que es la de estar decididos a vivir y que no todo da igual. Además reviste importancia el saber los comportamientos que no convienen y los que no, sin dejar de pensar que nadie puede ser libre por uno.



Comentario:
            Hay gente que se ciega con la ambición, cuando lo más preciado es la condición que tenemos de ser personas, esto parece contradictorio, pues a veces con las cosas más simples podemos ser más felices, y en algunos momentos estas pequeñeces pueden significar más emocionalmente para nosotros, sin que tengamos algo que perder y que apreciemos en demasía. Se debe tener claro además que la ambición nos ata y nos vuelve irracionales, también que nos hace perder el rumbo de nuestras relaciones con los demás y los dejamos de valorar como seres humanos, es en ese caso cuando ellos nos pueden dejar de valorar a nosotros y podrían vernos como objetos ¿nos gustaría eso? Acá es donde cobra relevancia  ese dicho que menciona “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”, es decir, si quiero ser tratado como ser humano debo también tratar a los demás como tales. De este modo, apreciaremos lo que ellos pueden entregarnos como seres racionales a nosotros tanto en conocimiento, experiencias, valores, entre otras, pues siempre podemos aprender de los demás y ellos de nosotros. El vivir día a día siempre nos deja una enseñanza y se trata de mantener el equilibrio entre nuestras prioridades y ambiciones, sin pasar a llevar a otras personas.  En un caso clínico, suele suceder que tratan a los pacientes como un número y en ocasiones las tratan como si fuesen de otro mundo ¿y no somos personas, con nombre y apellido?
           
Capítulo VI
APARECE PEPITO GRILLO
Resumen:
En la vida no hay que ser imbécil, éstos no requieren bastón porque cojeen de los pies, sino porque lo hacen del ánimo. Lo contrario a ser imbéciles es tener conciencia ética y moralmente de lo que se hace, para esto hay que poseer cualidades innatas, además debemos saber que no todo es igual, cobra relevancia el prestar atención a si lo que

hacemos corresponde a lo que queremos. Existen personas que son imbéciles y también egoístas, pues desean lo mejor para ellos, como Kane quien quiso tratar a las personas como cosas y perdió el cariño sincero y la amistad o como Calígula, quien despertó en el prójimo terror y odio, ambos no se dieron cuenta que necesitamos de los humanos y de nosotros, cosa que no reflexionó el conde Gloucester quien elimina  a todos los hombres de su familia, pues piensa que el poder compensara sus defectos físicos obteniendo el respeto, no obstante a pesar que llegó a la corona no logró su cometido, sino que sembró el horror y odio  en las personas. Palabras como culpa y responsabilidad son parte de la conciencia y provienen de la libertad, aquella que nos permite hacer algo que tiene consecuencias, por tanto si obro bien será más difícil obrar mal y viceversa.

Comentario:
            El imbécil está ligado a la conciencia, a lo que llamamos malo y al egoísmo, estos últimos son capaces de cometer cualquier atrocidad por lograr lo que quieren. Sin embargo, para vivir bien necesitamos de los otros seres humanos, pero tenemos que ganarnos su cariño, este no se compra ni se roba. Existe gente que pretende castigar a los demás por las cosas que les pasan, sin pensar que los responsables de eso somos nosotros mismos, pues somos capaces de elegir entre lo que queremos y lo que no. En algunas ocasiones hemos elegido cosas y al no estar de acuerdo Para poder elegir entre una buena vida tenemos que querernos a sí mismos y revertir ciertas situaciones con inteligencia, afecto y generosidad.   En el ámbito profesional debo tener cuidado en el caso de hacer una ficha clínica, de una manera adecuada, pues si no la hago puedo cometer un error. Por tanto hay que ser conscientes y responsables de nuestros actos.




Capítulo VII
PONTE EN SU LUGAR
Resumen:
            Lo que humaniza la vida es vivir en compañía de otras personas, y tener ética. Lo que no quiere decir que por tener un vínculo de amistad con alguien debo compartir todas sus conductas, como por ejemplo las de robar, matar o violar, lo que sí debo tener en claro es que no porque posea dichos comportamientos dejará de ser humano. Por otro lado, somos seres de imitación, y la mayor parte de nuestros gustos los copiamos de nuestro alrededor, y ellos de nosotros, es por esto que nos tratarán tal como se vean tratados, de seguro si repartimos enemistad, nos devolverán enemistad. En tanto si nos sentimos felices, proyectaremos dicha felicidad, suena ventajoso entonces proyectar este sentimiento. No obstante,  se debe tener en cuenta que siempre hay gente que intenta aprovecharse de las buenas intenciones de los demás, lo que no resulta apropiado, pues es mejor contar con la complicidad y afectos de ellos de modo que se refuerce mi humanidad compartiendo a la vez con seres libres iguales a uno, antes que perderlos. Sin duda para tener a alguien que nos quiera y aprecie como seres humanos debemos nosotros tratarlos como tal, lo que significa que debemos ponernos en su lugar, adoptando por momentos sus puntos de vista, y tomando en cuenta sus derechos, es decir, participar en sus emociones y sentimientos.
Comentario:
Todos los humanos necesitamos de los otros para aprender no de sus comportamientos ni estilos de vida, sino que con el fin de humanizarnos, ya que si no tenemos esa condición quizá llegaríamos a ser unas “personas” sin sentimientos o tal vez ni siquiera podríamos llamarnos así, pues seríamos uno sólo, pensando en nosotros mismos. Por otra parte, aunque en el mundo existamos gente de diversas razas, costumbres y culturas igual podemos comunicarnos entre sí, y aunque discrepemos de las acciones de otros nunca podremos quitarles que sean humanos tal como nosotros, aunque sea un ladrón. Lo que no debemos hacer es dejar de regirnos por nuestros principios porque otro me lo

diga o por sentirme aceptado socialmente, pues es cierto que somos seres de imitación, pero nadie nos obliga que sigamos a personas con las que no compartimos ideales o comportamientos, es más tenemos la libertad que es una condición que nos permite elegir si queremos algo o no, por tanto si decidimos ser robar por poner un caso extremo es porque tenemos el convencimiento de que es lo que realmente deseamos y corresponde a lo que nos representa o a lo que queremos obtener en esta vida (quizá esa persona no buscó serlo, pero decidió seguir haciéndolo)

Capítulo VIII
TANTO GUSTO
Resumen:
            Los comportamientos inmorales generalmente se asocian a conductas sexuales indebidas, sin embargo es uno de los tantos placeres que tiene la vida. No quiere decir que se debe dejar de lado todo en este mundo para vivir en un día los placeres existentes, sino que disfrutar de los placeres que tenga el día a día. Éstos, no son malos, sino que deseables cuando se ponen al servicio de la alegría, dado que abarca placer y dolor, muerte y vida. Según Michael Montaigne “hay que retener con todas nuestras uñas y dientes el uso de los placeres de la vida, que los años nos quita de entre las manos unos después de otros”, es decir, los años nos quitan posibilidades de gozo, por lo que hay momentos en que se debe pasar bien. Sin embargo, hay que tener cuidado en llevar un control sobre los placeres en que no vayan empobreciendo la vida, hasta llegar a no interesarte nada más que seguir disfrutando de ese placer.  La ética apuesta a favor de que la vida vale la pena, pues a través de ella podemos alcanzar los placeres, y la mayor gratificación que puede darnos la vida es la alegría, pues el placer es estupendo si lo ponemos al servicio ésta, pero no cuando enturbia o la compromete, a este acto de poner el placer al servicio de la alegría se le denomina templanza, lo que significa una cercanía con lo que nos hace disfrutar.

Comentario:
            Yo creo que los placeres no son malos, mientras sepamos aprovecharlos en el tiempo y en su justa medida, el ser humano de por sí busca el placer, ya que conlleva a la felicidad, pero hay que cuidar el no caer ante la adicción, pues podemos perder el horizonte, perdiendo también la moral. Por ejemplo, el alcohol es un placer, dado que produce felicidad en un momento determinado, junto con los amigos en las fiestas y en un ambiente de gozo, sin embargo cuando acaba el efecto del beber en demasía deja de ser grato pues experimentamos el tener un dolor de cabeza insoportable o vomitar, otro ejemplo puede ser el consumir drogas, el cual es un placer que a largo plazo empeora nuestra vida, quizá en el momento sirva para estudiar pero al fin y al cabo empeorará la vida de nosotros, y no producirá felicidad en un plazo largo, ni alegrías, sólo logrará que disminuyamos nuestra salud y perdamos lucidez, quizá esto incluso nos afecte en el uso de nuestra ética.
           
Capítulo IX
ELECCIONES GENERALES
Resumen:
            Se dice que los políticos no tienen ética, y también se dice que los que nos representan se parecen mucho a quienes votamos y llegan al poder como seres humanos, con problemas y vicios, además pueden existir del tipo caradura, aprovechados y decentes como lo pueden ser el resto de los habitantes de una sociedad. Entonces, su mala fama no se debe a que sean políticos, sino a que son personas públicas y que hacen más promesas de las que pueden cumplir. La política se relaciona con la ética, en que, la política se ocupa de organizar lo mejor posible la convivencia social, para que cada persona pueda elegir algo conveniente, la ética busca elegir lo que más nos conviene. Por otro lado, la política intenta coordinar lo que muchos hacen con su libertad, la ética se ocupa de uno mismo, entonces lo ético parte de la libertad,  en tanto que la política debe respetar dicha libertad, por otro lado

es importante para la ética considerar los intereses de otros como si fuesen de uno, es decir la justicia y además tratar a los demás dignamente, es decir hay que tratarlo como a los demás, no obstante, la ética no puede esperar a la política. En conclusión quien desee la buena vida para sí mismo (rigiéndose por la ética) debe querer que la comunidad política se base en la libertad, justicia y la asistencia.
Comentario:
            Éticamente las personas debemos asumir nuestras responsabilidad al elegir algo, sabiendo los pro y los contra, sabiendo que de una u otra manera si elegimos mal sufriremos, esto se da en todo ámbito de elecciones, por ejemplo algunos nos dejamos llevar por el sabor de las comidas chatarras antes de pensar en llevar una vida saludables o en ocasiones he decidido dormir antes que terminar un trabajo, lo que acarrea como consecuencias el terminar a última hora mis responsabilidades.  También es importante que tenga claro que mis decisiones pueden afectar a los demás, por tanto es importante que cuide que mi entorno no se vea perjudicado, por ejemplo si bebo alcohol y debo conducir mis reflejos disminuirán y pondré en riesgo la vida de los demás, en el caso de mi carrera tomar una audiometría sin seguir un procedimiento adecuado y además sin considerar los ruidos externos. En ese caso alteraré los resultados y mi decisión influirá en el paciente.








Conclusión
Los seres humanos somos éticos y necesitamos regirnos por ella para no causarnos  daño entre sí, de manera que encontremos la felicidad sin perjudicar a nadie. La condición más importante que tenemos es la de ser libres y diferentes, esto nos da la posibilidad de distinguir qué es bueno y qué no lo es, de esta forma estamos también a la deriva de equivocarnos en nuestras decisiones, pues somos libres, no omnipotentes ni seres  perfectos, sólo somos entes conscientes de nuestros actos que nos damos cuenta de lo que estamos decidiendo y capaces de pronunciar un sí o un no ante determinadas situaciones. Debemos tener presente los motivos que se nos vienen a la mente para hacer tal o cual cosa, y si realmente queremos hacer algo, pues hay veces que los meros caprichos no nos conducen por la vía que lleva a la felicidad ni al bienestar y en algunas ocasiones no es preciso obedecer órdenes para actuar. Por ende, nadie puede juzgar si los otros son buenos, pues depende de las intenciones que mueven a cada persona, y depende sólo de ellos lo que hagan con su vida para considerarse buenos o malos.  Sin duda lo más fundamental es saber que cada una de nuestras decisiones influirá en las personas que nos rodean, sobre todo si somos terapeutas de la comunicación, pues además influiremos en las interacciones de nuestros pacientes con su entorno. En conclusión, lo más relevante es actuar bajo los principios éticos que favorezcan el bienestar tanto personal como social.

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